En la vida habrá caminos donde sus tierras no sean firmes, pero lo que jamás hay que perder es la firmeza de nuestros pasos. Siéntete seguro de tus actos, ya sean correctos o no. Lo importante es no perder la conciencia de tu presente y tener la mente abierta para retomar el equilibrio si metemos la pata en un agujero.
Y, si decides y toleras vivir acompañado, esa firmeza puede incluso ayudar a tus acompañantes en el camino de esta agridulce vida.
¿No conocéis la típica escena de película donde alguien anda perdido sin saber dónde se ha metido ni qué hacer, y llega un salvador con un farol a rescatarlo, prometiéndole y procurando llevarle hasta la salida?
Ninguno de los dos conocen el camino, pero la seguridad en sí mismo le hace ser un héroe, incluso un salvador, un buen amigo hablando humanamente.
Pues ya sabes algo más para sentirte un héroe, orgulloso de tus actos y sobre todo camina con la cabeza bien alta, no mires si lo que vas a pisar es una mierda o un interruptor para encender una máquina de fabricar oro, ¡eso es trampa en esta vida!
Por mucho que esquives, todo lo que tenga que sucederte, sucederá. Así es el destino.
El miedo fue inventado para estar más atento a lo que nos pueda suceder cuando nos sintamos amenazados por la vida o que nuestra supervivencia se complique, es pura naturaleza.
Pero eso no quita el mérito de la valentía y las ganas de vivir, dos armas perfectas para disparar al miedo entre ceja y ceja.
Hay una reflexión que me hace dormir tranquilo a cada noche: "Cada error cometido es una pista para alcanzar el logro"
¿Cuál es tu logro?
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